Rentas vitalicias, rentas temporales
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22 de mayo de 2023Creo que muchos bancos pensaron que podían confiar en esos resultados, pero una sola prueba da una falsa sensación de seguridad
El encuentro anual del sector bancario de IESE celebró su edición 18 congregando a profesionales del sector, reguladores y expertos para debatir sobre el rol de la banca en el panorama económico y social actual. Su expresivo título Navigating the wave of inflation sugiere a muchos una actitud ya consolidada por la práctica deportiva y que enriquece el modo de enfrentarse a los problemas.
Por Expansión sabemos de su lectura el intenso debate entre reguladores y banca, a través de la crítica del Sr. Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan, a los test de estrés de la Reserva Federal de los Estados Unidos: << Una prueba de análisis y revisión integral de capital cuenta con más de 200.000 páginas y creo que uno de los problemas es que la gente piensa que eso resuelve el problema y no lo hace. Creo que muchos bancos pensaron que podían confiar en esos resultados, pero una sola prueba da una falsa sensación de seguridad.>>.
Sería preocupante, demasiado, si no se profundiza en el mensaje que ha querido comunicar porque lo simple es entender su queja a la excesiva regulación. A diferencia de otros sectores económicos, la banca gestiona un bien público. Con la crisis financiera iniciada en los Estados Unidos en el año 2007, se comprendió que en banca unos capitalistas no podían maximizar sus beneficios del mismo modo que lo harían en otros sectores económicos. A través de sociedades anónimas con la máxima pérdida el capital social aportado por sus accionistas, pero con ganancias ilimitadas por la facultad de conceder préstamos sin restricciones. Todos recordamos que las pérdidas fueron financiadas por la sociedad a través de más impuestos y/o de menos gastos sociales, porque el capital aportado por los accionistas era muy insuficiente y la confianza en el medio de pago debe continuar para comerciar en los mercados.
En ciencias físicas se puede predecir con exactitud el tiempo que tardará un avión en alcanzar su destino con unos modelos matemáticos más o menos sofisticados, pero no es posible determinar si ese avión antes de llegar a su destino sufrirá un accidente. Las pruebas existentes que validan los modelos de la ciencia física son empíricos. Es tan simple como comprobar si la predicción se corresponde con la duración efectiva del trayecto. Si no ha habido un accidente, lo que se prueba en el modelo matemático será verdad y todos tendremos la tranquilidad en nuestros desplazamientos de concretar a qué hora nos podremos reunir.
En gestión de riesgos, los modelos matemáticos jamás deben ser confundidos con pruebas o argumentos que la solvencia y liquidez de un banco es de una determinada manera y no de otra. Si se confunden los conceptos, todo el trabajo en gestión de riesgos deja de tener validez porque existe un límite matemático y no hay manera humana de superarlo en cuanto a la aleatoriedad de los sucesos raros, imprevisibles e importantes. Ese límite del conocimiento debe necesariamente generar cantidades altas de humildad cuando trabajamos y lo contrario, esa falsa seguridad de la prueba es el inicio de las probables pérdidas y catástrofes.
Entiendo las declaraciones del Sr. Jamie Dimon, que además comparto, del modo que lo he explicado. Más valor en su aportación son los temas que le preocupan: ciberseguridad, pandemia, guerra y recesión. Seremos capaces de vivir mejor si se continúa profundizando en esas preocupaciones para seguir construyendo de modo que nuestras empresas y estructuras sociales estén mejor protegidas ante las adversidades de esos fenómenos.
Jaume Quibus
El actuario y economista Jaume Quibus es DEA de economía financiera y contabilidad, Licenciado en Ciencias Actuariales y Financieras , Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y PDD en IESE-Universidad de Navarra. Miembro titular de las siguientes asociaciones: Instituto de Actuarios Españoles, Col·legi d´Actuaris de Catalunya, Col·legi d'economistes de Catalunya, International Actuarial Association, Associació Catalana de Comptabilidad i Direcció y también del Alumni de IESE. Socio fundador en 1998 de la sociedad profesional actuarial Quibus, miembro titular con el número 6 de sociedades en el Col.legi d'Actuaris de Catalunya.