Uno de los sectores que ha sido más castigado por la inflación y el endurecimiento de la política monetaria, es el tecnológico norteamericano. Pérdidas del valor de las acciones de Apple del -13%, de Google del -40%, de Tesla del -70%. El método matemático de valoración de descontar los flujos futuros al presente tras proyectar los estados financieros de las compañías estudiadas, a mayores tasas de descuento por la subida de los tipos de interés de referencia, el valor actual de los flujos obtenidos será menor y, por tanto, bajará el valor estimado para la sociedad analizada.
En Financial Times, sostienen que para convencer a los inversionistas de que los precios no necesitan caer más, se espera más anuncios de recortes de empleo en el sector y otras medidas de ahorro este año 2023. A pesar de que después de los despidos del año pasado, muchas tecnológicas siguen siendo mucho más grandes que antes de la pandemia. Meta, por ejemplo, anunció en noviembre que eliminarían 11 mil puestos de trabajo. Sin embargo, después de esta reducción, la plantilla continúa siendo un 50% más alta que a principios de 2020.
Con el confinamiento, a lo largo de los años 2020 y 2021 los niveles de valoración alcanzados por muchas empresas del sector se trasladaron a unos múltiplos de PER por ejemplo muy por encima de su media histórica. Es práctica habitual en economía y en economía de empresa que los sectores líderes sean de mayor atractivo para el personal cualificado por su alta retribución en comparación con el resto de los sectores. En España, hasta la crisis financiera del 2008-2012 lo fue la banca que sus costes salariales medio por empleado eran los más elevados.
Efectivamente, cuando las cosas van bien se mide la facturación por empleado. Mientras más empleados más facturación y más beneficios en valores absolutos. Es un círculo virtuoso. Los sectores de éxito atraen a los mejores y alcanzan más beneficios. Pero cuando las cosas van mal, las ventas caen y los que han sido sectores de éxito son ahora los más caros en costes por empleados. La situación de la economía ya no permite “comprar” lo producido por el sector a sus actuales precios. Pasan a ser caros. Nadie quiere pagar la fiesta de los demás.
Algunos valores de la banca norteamericana todavía no han recuperado su valoración desde la crisis financiera de las hipotecas suprime y han pasado ya más de 15 años. Otros valores tardaron varios años, pero cotizan a máximos en estos momentos. El sector tecnológico va a provechar para recomprar acciones a la espera de poder aguantar hasta su recuperación, que seguramente, como históricamente ha pasado con perdedores que desaparecerán y vencederos que volverán a elevar sus máximos de cotización.
El actuario y economista Jaume Quibus es DEA de economía financiera y contabilidad, Licenciado en Ciencias Actuariales y Financieras , Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y PDD en IESE-Universidad de Navarra. Miembro titular de las siguientes asociaciones: Instituto de Actuarios Españoles, Col·legi d´Actuaris de Catalunya, Col·legi d'economistes de Catalunya, International Actuarial Association, Associació Catalana de Comptabilidad i Direcció y también del Alumni de IESE. Socio fundador en 1998 de la sociedad profesional actuarial Quibus, miembro titular con el número 6 de sociedades en el Col.legi d'Actuaris de Catalunya.