El artículo en Expansión que recoge otro de FT, pregunta por qué China coquetea con la deflación mientras Occidente combate la subida de precios. Todas las narrativas económicas son intentos de explicar fenómenos complejos que en su mayoría son interpretables y debieran ser criticados por especialistas para avanzar en una mejor comprensión. La gran dificultad es la falta de comprobaciones empíricas a diferencia de otras ciencias. De todos modos, por ser también una construcción humana, se pueden destacar sus elementos de fortaleza y sus elementos de debilidad. Lo contrario es puro charlatanismo.
La subida de los precios de la energía y los alimentos cuando Rusia lanzó su invasión a gran escala sobre Ucrania, afectó especialmente las economías desarrolladas. En cambio, China con su control de precios evitaron lo peor de esas fluctuaciones. Son más elementos para estimar una escasa demanda de los consumidores y baja inversión privada mientras su economía emerge de los draconianos controles por la política de Covid cero, y quiero añadir por su falta de riqueza y democracia no haber podido pagar vacunas a su población.
También sin aportar demasiados datos, por no decir muy pocos para tantas palabras escritas, a diferencia de Occidente los estímulos fiscales en China se canalizaron sobre todo hacia áreas como el gasto en infraestructuras y empresas con rebajas de impuestos, recortes de los pagos obligatorios a su seguridad social sobre salarios y otras medidas que no define el periodista, dirigidas a prevenir la pérdida de empleos. Por el contrario, en occidente los consumidores recibieron parte de la recompensa de las políticas expansivas a través de pagos directos y subsidios de desempleo. China actuó como país capitalista y occidente como comunistas. Los roles cambiados en este caso.
El relato también incluye previsiones del peligro para los responsables políticos que la tendencia deflacionista se consolide en las expectativas de los consumidores y empresas. Las empresas frenarán aún más la inversión a medida que desparezcan los beneficios, mientras que los consumidores gastarán menos, preocupados por su seguridad laboral y por las nuevas caídas de los precios de la vivienda.
Las discrepancias humanas son principalmente diferencias de lenguaje. ¿Resolvería una sola lengua, adoptada por todas las razas y naciones, la mayor parte de nuestras diferencias? Difícilmente. Necesitamos todas nuestras diferencias para la lucha fiera y eterna en la cual se refinan nuestras ideas y pasiones. Si pudiéramos descubrir el origen de nuestra riqueza cultural en economía , veríamos que por lo menos el ochenta por ciento reside precisamente en esas diferencias de idioma que nos parecen tan perturbadoras. Obvio, que ese veinte por ciento restante es la ley de la oferta y la demanda. Otra maravillosa Ley de Pareto 80/20.
El actuario y economista Jaume Quibus es DEA de economía financiera y contabilidad, Licenciado en Ciencias Actuariales y Financieras , Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y PDD en IESE-Universidad de Navarra. Miembro titular de las siguientes asociaciones: Instituto de Actuarios Españoles, Col·legi d´Actuaris de Catalunya, Col·legi d'economistes de Catalunya, International Actuarial Association, Associació Catalana de Comptabilidad i Direcció y también del Alumni de IESE. Socio fundador en 1998 de la sociedad profesional actuarial Quibus, miembro titular con el número 6 de sociedades en el Col.legi d'Actuaris de Catalunya.