Van a llegar cambios profundos en la gestión de inversiones para los fondos de pensiones. En España, existen dos instrumentos principales que son los planes de pensiones adheridos a fondos de pensiones y los seguros de jubilación. Los primeros son los más conocidos por haber sido la gran esperanza desde sus inicios lejanos y todavía lo fue para el anterior Gobierno, de complementar la pensión pública de los trabajadores españoles. Estos son gestionados juntamente con los representantes de los trabajadores. Los segundos han sido mucho más pragmáticos para las empresas que han beneficiado sus directivos a través de mecanismos retributivos con el fin de acumular fondos a la jubilación y también el resto de las contingencias, fallecimiento e invalidez, y dos supuestos de liquidez por paro de larga duración y enfermedad grave. En este caso la relación es bilateral entre empresa tomador y entidad aseguradora.
Hablar de instrumentos para financiar pensiones privadas es hablar de rentabilidad y de riesgo. Los resultados globales de los planes de pensiones en España son desoladores. El año 2022 fue malo para todos, pero no existen excusas, que el riesgo era menor y por ello la rentabilidad también, ya que de promedio los planes de pensiones perdieron el 9,50%. Las cifras son importantes a pesar de que muchos no lo quieran decir. Todavía existe una cultura de financiar estructuras y puestos de trabajo, con la conformidad de los agentes económicos, y en perjuicio de los partícipes. De todos los datos de rentabilidad promedio anual que he leído, el menos malo es del 2,50% en 25 años. Para mí muy poco. Ese dato lo dio el Sr. Ángel Martínez-Aldana, presidente de la patronal, que hace muchos años defiende su gestión, pero con quien también hace muchos años estoy totalmente en desacuerdo.
En cambio, los resultados en seguros de jubilación pueden ser muy buenos. El colectivo de directivos es quien está o debiera estar más preocupado por complementar su pensión pública. El tope de pago por parte de la Seguridad Social, en 42.829,29 euros brutos para el año 2023, supone acumular pensiones privadas si el directivo tiene intención de mantener o al menos no disminuir demasiado su nivel de vida a la jubilación. El perfil de clientes de los seguros de jubilación ayuda a trabajar con profesionales, mejor cualificados e independientes, para gestionar de forma eficiente sus esquemas de prestaciones por pensiones a través de las aseguradoras. Los recursos que destinan las empresas favorecen la gestión del binomio rentabilidad-riesgo.
En este mundo occidental de capitalismo de Estado, los profundos cambios que van a llegar están vinculados con los objetivos estratégicos de los gobiernos. Financial Times sigue publicando artículos al respecto y en el último, recoge declaraciones del alcalde de Londres, que espera realizar su objetivo de asegurar un compromiso voluntario de los fondos de pensiones para invertir el 5% de sus carteras en empresas de rápido crecimiento en el Reino Unido. El Partido Laborista también si formara el próximo coinvertiría con los fondos de pensiones en proyectos ecológicos. También, el actual gobierno está interesado en que los fondos de pensiones desempeñen un papel más importante en la provisión de capital a las áreas que impulsan el crecimiento empresarial, su agenda de “nivelación” y la transición verde.
El actuario y economista Jaume Quibus es DEA de economía financiera y contabilidad, Licenciado en Ciencias Actuariales y Financieras , Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y PDD en IESE-Universidad de Navarra. Miembro titular de las siguientes asociaciones: Instituto de Actuarios Españoles, Col·legi d´Actuaris de Catalunya, Col·legi d'economistes de Catalunya, International Actuarial Association, Associació Catalana de Comptabilidad i Direcció y también del Alumni de IESE. Socio fundador en 1998 de la sociedad profesional actuarial Quibus, miembro titular con el número 6 de sociedades en el Col.legi d'Actuaris de Catalunya.