Ante el Desafío del Envejecimiento
2 de abril de 2024Profundización en el Riesgo Financiero de los Planes de Previsión Social
16 de abril de 2024La economía española, aunque refleja signos de vigor evidenciados por el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y la notable creación de empleo, enfrenta simultáneamente desafíos significativos marcados por el incremento de despidos colectivos. Según datos analizados en un artículo de El Nacional (disponible aquí), estos despidos han crecido un 51% en 2023 respecto al año anterior, poniendo en alerta a varios sectores.
Este fenómeno, que sigue siendo preocupante al inicio de 2024 con importantes anuncios de empresas como Telefónica, se subraya una preocupación creciente para el mercado laboral y, por ende, para la planificación estratégica de la previsión social y de incentivos desde una óptica actuarial.
Los despidos colectivos en España, que afectaron a 36.500 personas en 2023, se deben en gran medida a los cambios estructurales en la industria y el comercio, el efecto rebote de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y el aumento de costes.
Estas cifras, si bien reflejan una disminución en los primeros meses de 2024, presagian una tendencia preocupante, exacerbada por casos significativos en grandes corporaciones y pymes. Este aumento no solo refleja desafíos económicos sino también cambios profundos en el paradigma laboral, incluyendo la adaptación a nuevas realidades comerciales y tecnológicas.
Desde una perspectiva actuarial, es vital comprender las implicaciones de estos despidos para abordar de manera efectiva las necesidades de ambos grupos y mantener la integridad de estos sistemas de beneficios en tiempos de incertidumbre económica y laboral.
Desde la perspectiva de los empleados, los despidos colectivos generan una atmósfera de inseguridad laboral que puede disminuir la percepción del valor y la efectividad de los planes de previsión social y de incentivos.
Los empleados, al enfrentarse a la incertidumbre de su continuidad laboral, pueden verse menos motivados a participar en planes a largo plazo, como los de previsión social, debido a la percepción de que los beneficios prometidos podrían no materializarse. Además, el impacto psicológico de los despidos y la inseguridad económica pueden llevar a los empleados a priorizar necesidades financieras inmediatas por encima de la planificación a largo plazo, afectando su participación y contribución a estos planes.
Desde la perspectiva de las empresas, los despidos colectivos no sólo suponen una reestructuración de la fuerza laboral sino también una revisión de sus estrategias de previsión social y de incentivos.
Las empresas deben equilibrar entre la necesidad de ajustar costes, lo cual puede incluir la reducción de beneficios asociados a estos planes, y la importancia de mantener la moral y el compromiso de los empleados restantes. Además, la gestión y administración de los planes de previsión social se vuelve más compleja, ya que los despidos pueden implicar la liquidación anticipada de derechos acumulados o la adaptación de los planes a una fuerza laboral reducida.
Esta situación requiere de una planificación actuarial meticulosa para ajustar las proyecciones y garantizar la sostenibilidad financiera de los planes.
Estrategias de mitigación incluyen la implementación de políticas de previsión social más flexibles y adaptativas, que puedan ajustarse a cambios bruscos en la estructura de la fuerza laboral, y el diseño de planes de incentivos que reconozcan y recompensen el compromiso y la productividad en tiempos difíciles.
Es esencial desarrollar modelos financieros que contemplen escenarios de crisis, permitiendo a las empresas ajustar sus estrategias de manera proactiva para proteger tanto su viabilidad financiera como el bienestar de sus empleados.
Este análisis detallado resalta la importancia de una gestión actuarial previsiva y adaptable, capaz de responder a las dinámicas cambiantes del mercado laboral y garantizar el mantenimiento de sistemas de previsión social y de incentivos robustos y eficaces.
En mi experiencia, una estrategia clave para mitigar el impacto negativo de los despidos sobre la previsión social implica la personalización de los planes según el rol y la posición del empleado.
Esta personalización no solo mejora la satisfacción y el compromiso del empleado, sino que también optimiza el rendimiento de las inversiones a largo plazo, alineándose mejor con las necesidades y expectativas individuales.
Frente a la volatilidad del mercado laboral, es esencial adoptar estrategias actuariales que promuevan la estabilidad y la previsibilidad de los planes de previsión social y de incentivos. Esto incluye la diversificación de inversiones, la evaluación rigurosa de riesgos y la adaptación de los planes a los cambios demográficos y económicos.
La gestión actuarial eficaz es fundamental para asegurar la sostenibilidad de estos planes, incluso en periodos de incertidumbre económica.
El crecimiento del PIB y la creación de empleo en España contrastan con el aumento de los despidos colectivos, lo que plantea retos significativos para la previsión social y los planes de incentivos.
La personalización y la gestión actuarial eficaz de estos programas son esenciales para navegar por este entorno complejo, asegurando la protección y el bienestar de los empleados. Las empresas deben considerar estos enfoques no sólo como un requisito estratégico, sino como un imperativo ético para fomentar un ambiente laboral estable y seguro.
🤞 Recuerda, la tranquilidad y la seguridad no es un destino, es un camino.
Jaume Quibus
El actuario y economista Jaume Quibus es DEA de economía financiera y contabilidad, Licenciado en Ciencias Actuariales y Financieras , Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y PDD en IESE-Universidad de Navarra. Miembro titular de las siguientes asociaciones: Instituto de Actuarios Españoles, Col·legi d´Actuaris de Catalunya, Col·legi d'economistes de Catalunya, International Actuarial Association, Associació Catalana de Comptabilidad i Direcció y también del Alumni de IESE. Socio fundador en 1998 de la sociedad profesional actuarial Quibus, miembro titular con el número 6 de sociedades en el Col.legi d'Actuaris de Catalunya.