Las nuevas noticias que vienen de China son preocupantes. Comparado con Occidente, la lucha contra la pandemia ha sido muy diferente en temas de salud y económicos. Occidente abusó del poder de sus estados, pero China todavía mucho más. En China no hubo elección para vacunarse porque fue más fácil y más económico aislar poblaciones enteras por la fuerza. Occidente con sus políticas monetarias expansivas consiguió recuperar la economía al precio de generar inflación. China ha estado en deflación hasta el mes de mayo.
China ha priorizado desde inicios de los años 80 del siglo pasado su sector inmobiliario, con el objetivo de mejorar sus tasas de población urbana. Entonces estaban por debajo del 20% de población que vivía en zonas urbanas. En Occidente, las tasas consideradas aceptables son superiores al 75%. Es por eso que, en estos momentos, según los analistas, el sector inmobiliario representa alrededor del 30% de su producción económica. Ya han alcanzado la tasa del 61% (Dato Banco Mundial para 2021). Se comenta poco la importancia de la arquitectura en las mejoras de la longevidad. Existen fantásticos trabajos al respecto. Uno de ellos la transformación de Londres en una de las ciudades más punteras del mundo por los aprendizajes de las epidemias.
En lo económico, la crítica de Marx en El Capital para la economía capitalista, que ha sido causa de todos los elogios socialistas, es el exceso de producción forzando al trabajador a rendir más de lo que realmente necesita; enriqueciendo al empleador hasta el punto de convertirse en dueño absoluto del trabajador. Decir que previo a la economía capitalista, el señor feudal también lo era, aunque no por medio de la legislación sino por la fuerza física. Tampoco se le ocurrió a Marx comentar que el capitalista lo hace con el objetivo de mejorar la producción que son útiles para la población y para él mismo. También la enorme ventaja de las decisiones individuales para determinar la asignación de recursos en la producción que demanda la población con su libertad de compra.
Las pocas imágenes que hemos visto de China durante la pandemia, muestran claramente la fuerza física del Estado para imponer sus normas de aislamiento de la población. Algunos vídeos han circulado por las redes sobre la destrucción con explosivos de zonas enteras de edificios. No se sabe cuántos pisos compraron los chinos antes de que se construyeran los edificios y no fueron entregados por las restricciones gubernamentales. En China, los niveles de endeudamiento que llevaron a la quiebra a varios promotores inmobiliarios, ha sido financiado con pérdidas por los mismos chinos. En Expansión, se recoge datos de nuevos proyectos iniciados y superficie construida: caídas del 24% y 42% según fechas de referencia.
¿Son efectivas en China las mismas políticas económicas y monetarias que funcionan en occidente? De momento, han bajado los tipos de interés de referencia para las hipotecas. Veremos si los chinos vuelven a confiar o no. No es lo mismo perder los ahorros en China que en Occidente. Aquí con un buen asesoramiento independiente no únicamente se evita, sino que además se obtienen buenas rentabilidades.
El actuario y economista Jaume Quibus es DEA de economía financiera y contabilidad, Licenciado en Ciencias Actuariales y Financieras , Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y PDD en IESE-Universidad de Navarra. Miembro titular de las siguientes asociaciones: Instituto de Actuarios Españoles, Col·legi d´Actuaris de Catalunya, Col·legi d'economistes de Catalunya, International Actuarial Association, Associació Catalana de Comptabilidad i Direcció y también del Alumni de IESE. Socio fundador en 1998 de la sociedad profesional actuarial Quibus, miembro titular con el número 6 de sociedades en el Col.legi d'Actuaris de Catalunya.