Riesgo de longevidad

Apelo a las personas que no han olvidado todavía pensar

Las escuelas han pretendido desde siempre, pero con enormes dificultades y todavía más errores, desarrollar a todos los individuos de tal modo, que a partir de su cúmulo de conocimiento y de saber, obtengan la mayor cantidad posible de felicidad y de ganancias, por su naturaleza de ciudadano para algunos países y de trabajadores para el resto. Los cimientos de un Estado debieran ser tan amplios y sólidos como para sostener la complicada bóveda de la cultura, aunque han fracasado de modo escandaloso, al menos en la cultura del ahorro y de la vida en la fase de jubilación.

No es precisamente ninguna sorpresa para demógrafos y actuarios, las conclusiones recogidas en el artículo de WSJ de que los norteamericanos viven mucho más de lo que esperaban y, en consecuencia, las lamentaciones financieras, ya que se dan cuenta, muchas veces demasiado tarde, de la falta de ahorro para la jubilación, de no haber comprado rentas vitalicias o seguros de atención sanitaria adecuados.

Si algunos todavía llegan a pensar en la esperanza de vida, promedios que se pueden obtener en las webs de colegios profesionales de actuarios, casi nadie se pregunta por el riesgo de longevidad.

Apelo a las personas que no han olvidado todavía pensar, cuando lee, con todo conoce el secreto de leer entre líneas; más aún, sigue reflexionando sobre lo que ha leído. Para vosotros, quien ni la escuela ni el Estado os ha enseñado nada de cómo vivir vuestra época no laboral, que todavía las entidades financieras no os proporcionan los productos correctos para vuestras necesidades, Quibus os responderá a vuestras probabilidades de supervivencia a los 90 años, 95 años y más de 100 años. No es lo mismo la esperanza de vida que es una media que no saber la probabilidad de alcanzar edades avanzadas.

Las personas no pueden acostumbrarse a establecer el valor de todas las cosas en función de la pérdida o del ahorro de tiempo. Tampoco hacer intervenir continuamente su persona y su cultura, casi como una medida segura y un criterio de todas las cosas. Hoy todos hablan y escriben la lengua con la ineptitud y la vulgaridad propias de una época que aprende el español en los mensajes de WhatsApp y los canales de televisión. Es fundamental el buen gusto y la disciplina para aprehender la cultura del ahorro y vivir la jubilación con dignidad.

Jaume Quibus

El actuario y economista Jaume Quibus es DEA de economía financiera y contabilidad, Licenciado en Ciencias Actuariales y Financieras , Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y PDD en IESE-Universidad de Navarra. Miembro titular de las siguientes asociaciones: Instituto de Actuarios Españoles, Col·legi d´Actuaris de Catalunya, Col·legi d'economistes de Catalunya, International Actuarial Association, Associació Catalana de Comptabilidad i Direcció y también del Alumni de IESE. Socio fundador en 1998 de la sociedad profesional actuarial Quibus, miembro titular con el número 6 de sociedades en el Col.legi d'Actuaris de Catalunya.