Movilizaciones de planes privados de pensiones

Detrás de toda lógica y de su aparente soberanía de movimientos se encuentran valoraciones o, hablando con mayor claridad, exigencias económicas orientadas a conservar un determinado plan privado de pensiones por parte de la entidad aseguradora. La cuestión está en saber hasta qué punto las valoraciones de activos afectos al contrato de seguros que instrumenta los compromisos por pensiones se ajustan a la ley y favorecen la movilización del plan privado de pensiones a otra compañía de seguros, en las condiciones vigentes del mercado financiero.

La casuística de las razones para movilizar es muy diversa. Una de las razones son las deficiencias en el servicio prestado que tienden a ser un poderoso motivo para que la empresa inicie una valoración de cambio de compañía aseguradora ya que los contratos de seguros que instrumentan compromisos por pensiones son medios por los cuales la empresa favorece a sus empleados, esencialmente para que complementen su pensión de jubilación pública con una pensión privada. Es por ello que, en el trascurso del tiempo y de la relación laboral entre empresa y empleado, los problemas van surgiendo y deben ser resueltos favorablemente con las necesarias modificaciones de los planes privados ya implementados. De lo contrario, y a modo de ejemplo, empleados que tenían la condición de asegurados inicialmente podrían estar excluidos de la cobertura del contrato por cambios normativos sin que tuviese consecuencias hasta la denegación del pago de la prestación.

Nos han seducido a creer que las movilizaciones de planes privados de pensiones son complejas y de escaso éxito porque casi siempre el valor de rescate no es suficiente para cambiar de asegurador sin pérdidas para el tomador del contrato de compromisos por pensiones. Esa creencia ha sido el gran error. Nosotros, los actuarios de seguros, como profesionales expertos en valoraciones financieras y actuariales, trabajamos desde la independencia de criterio y con el fin de beneficiar a nuestros clientes empresa en el marco legal vigente. Así pues, es necesario exigir cuentas y someter a juicio los importes determinados por el asegurador para calcular el valor de rescate del contrato de seguros. Ese importe será la cuantía de los derechos económicos reconocidos y objeto de movilización entre compañías de seguros. Toda la información relevante del contrato también será trasladada al nuevo asegurador a efectos de la continuidad de las operaciones en sus aspectos fiscales. Por la experiencia de estos últimos años, será conveniente consensuar para acordar los datos y la metodología de trabajo con el fin de que la movilización sea una relación win to win. Afortunadamente ya hay compañías de seguros que han comprendido que retener a un cliente sin justificación es perjudicial y es sabido que el negocio de las pensiones privadas es a largo plazo.

Éste es el gran triunfo, movilizar los planes privados de pensiones de una compañía de seguros a otra para satisfacer los objetivos de seguridad, rentabilidad y servicio de las empresas y sus empleados, pero hay que ir más allá y alcanzar la plena trasparencia en la gestión de los activos financieros que dan cobertura a las inversiones de las provisiones matemáticas. La confianza en las relaciones comerciales para una eficiente gestión de las pensiones privadas se debe fundamentar en la correcta información financiera y la seguridad jurídica del marco legal.

Jaume Quibus

The actuary and economist Jaume Quibus holds a master’s degree in Financial Economics and Accounting, a degree in Actuarial and Financial Sciences, a degree in Economic and Business Studies from the University of Barcelona and has completed the Management Development Programme at the IESE Business School of the University of Navarra. He is a full member of the following associations: the Catalan Actuarial Association, the Spanish Actuarial Association, the Catalan Economists Association, the International Actuarial Association, the Catalan Association of Accounting and Management and also a member of the IESE Business School Alumni. He was a founding partner in 1998 of the actuarial company Quibus, and is corporate member number 6 in the Catalan Actuarial Association.